Rich Hope regresa con ‘Live at the ANZA Club’
foto: Nathan Fleming, Ty McLeod Foto/Mattlan Wickens Carátula del álbum
Parece que los dioses del rock and roll nos cuidan después de todo. El canadiense Rich Hope presenta Live At The ANZA Club, un testimonio crudo y electrizante del poder de una banda a toda máquina. Disponible a través de Planned Obsolescence Recording & Novelty Inc., el disco sigue al lanzamiento de dos sencillos: «It Come Alive» (19 de septiembre) y «Looking For Lewis And Clark» (17 de octubre), que preparan el terreno para un lanzamiento impregnado de sudor, alma y la alegría desenfrenada de la actuación en vivo.
«Siempre he estado en mi mejor momento en vivo, y queríamos capturar lo que esta versión de la banda está haciendo», explica Rich. “Como no teníamos el lujo de hacer giras prolongadas y grabar cada espectáculo, decidimos encontrar el mejor lugar y tomarnos dos noches para capturar un rayo en una botella. El ANZA es un lugar donde toqué algunos de mis primeros shows en un vecindario donde viví durante muchos años, así que siento una conexión personal con el club”.
Grabado durante dos noches con entradas agotadas en abril en el querido ANZA Club de Vancouver, el álbum presenta a Hope y su poderosa banda: Leon Power y Erik Nielsen (City and Colour), Scott Smith en guitarras eléctricas y pedal steel, y Darryl Havers en teclados, con la producción a cargo de Nielsen y el legendario Howard Redekopp (Tegan and Sara, The New Pornographers).
La lista de canciones abarca la carrera de Hope, desde los primeros días de John Ford ( “3 Minute Song” ) hasta sus clásicos en solitario ( “Whip It On Ya”, “The Ballad of Black Eyed Suzy”, “Can’t Get No Lovin’” ), todos culminando en una versión abrasadora de “Looking For Lewis And Clark” de The Long Ryders.
Como dice Gordie Johnson de Big Sugar:
“Algunos llamarían música ‘roots’ a las composiciones originales de Rich, pero estas presentaciones en vivo son las ramas verdes llenas de blues, country, punk rock y soul. El público devoró la fruta esa noche. Escuchar este disco nos hace desear haber estado allí”.
Live At The ANZA Club no es solo un disco en vivo, es un recordatorio de lo que hace de Rich Hope uno de los artistas en vivo más potentes de Canadá. Desde sus inicios en Edmonton en los Taxicrabs hasta compartir escenarios con The Black Crowes, The Flamin’ Groovies y Jon Spencer Blues Explosion, Hope se ha forjado una reputación por sus espectáculos relajados, alegres y lo suficientemente peligrosos como para hacerte sentir vivo.
“Soy el mismo tipo tocando música de siempre”, dice. No sé si he experimentado una verdadera evolución musical. Siempre me ha gustado tocar en vivo y dar conciertos con mis amigos. Así que supongo que este álbum en vivo es donde me encuentro en mi proceso de evolución. Mi objetivo principal era capturar algo como «Live At The Star Club» de Jerry Lee Lewis: suelto, atrevido y alegre.
Durante más de dos décadas, Rich Hope ha sido el secreto mejor guardado del rock ‘n’ roll de Canadá: un predicador del gospel de garaje y el resurgimiento del rhythm ‘n’ blues cuyos shows en vivo dejan sudor en el techo y conversos en los pasillos. En un país conocido por su moderación, Hope ofrece una catarsis pura y sin filtros: un rugido conmovedor cortado del mismo patrón que The Jon Spencer Blues Explosion, The Flamin’ Groovies y Big Sugar, con la agallas y el ritmo de un sermón de carretera.
Radicado en Vancouver pero forjado en escenarios de toda Norteamérica, Hope se ha convertido en una leyenda en la escena del rock underground de Canadá. Sus actuaciones incendiarias lo han convertido en un telonero de confianza para artistas como The Black Crowes, Social Distortion, Charles Bradley, Reverend Horton Heat y The Sadies, lo que le ha ganado la reputación de ser uno de los frontman más electrizantes del país.
Nacido y criado en Edmonton, Alberta, Hope formó su primera banda, The Taxicrabs, bautizada por Country Dick Montana de The Beat Farmers, antes de mudarse al oeste, a Vancouver. Su álbum debut como solista, Good To Go (1998), lo llevó a colaborar con el grupo de garage de culto John Ford, seguido de una serie de impactantes lanzamientos en solitario que consolidaron su posición como referente moderno del rock and soul clásico.
Su álbum de estudio más reciente, I’m All Yours (2018), publicado por Planned Obsolescence Recording & Novelty Inc., capturó esa vibrante mezcla de ritmo y garra: el sonido de un auténtico creyente que nunca abandonó el escenario.
