PANKOW_77C / HYBRID SYNDICATE PRECINCT 13 DEATH BRIGADAS: «Old Manners Assault»
INDIE AM
Viernes 7 de noviembre del 2025
Alejandro Balcázar
¿Qué pasa cuando el hardcore deja de ser un género musical y se convierte en un acto de guerra sonora? «Old Manners Assault», el nuevo lanzamiento de PANKOW_77C / HYBRID SYNDICATE PRECINCT 13 DEATH BRIGADAS, no es un disco, ni un revival, ni un producto: es la mutación definitiva del punk hardcore de los 80 y el rave digital de los 90, transformado en GLITCH_RAW_WAVE, un organismo vivo que contamina, regenera y sobrevive en el hormigón de las ruinas modernas. Aquí no hay nostalgia, solo doctrina: el sonido como arma, el ritmo como antidoto, y el cuerpo como último archivo analógico de la resistencia.
El sonido como organismo vivo: GLITCH_RAW_WAVE y la evolución del hardcore
«Si el hardcore no evoluciona, el hardcore es traicionado». Esta frase no es un eslogan, es un manifiesto. PANKOW_77C y sus 13 DEATH BRIGADAS no buscan revivir el pasado, sino infectar el presente con una nueva cepa de caos controlado. Grabado en almacenes abandonados de Europa, hangares estadounidenses, incendios sudamericanos y bosques asiáticos, «Old Manners Assault» es la prueba de que el hardcore nunca murió: se adaptó, se contaminó, se hizo más peligroso.
El proyecto no es un homenaje, es una declaración de guerra sonora. El sonido no se compra, se vive. No es música para coleccionistas, es un protocolo de supervivencia para quienes entienden que el hormigón es memoria viva y que la resistencia no tiene fronteras. Europa, América, Asia, India: las 13 DEATH BRIGADAS son la evidencia de que el hardcore siempre ha sido un lenguaje universal de rebeldía, y ahora, con GLITCH_RAW_WAVE, encuentra su forma más pura y letal.
I. Tiempo y adhesión cinética: el cuerpo como último archivo
Inspirados en Bergson y su concepto de la durée, el colectivo entiende el tiempo no como una línea, sino como un ciclo que se hace físico a través del movimiento. La memoria no importa; lo que cuenta es el ritmo que reactiva la memoria muscular, esa conexión tribal que no necesita palabras. Deleuze y su idea de la máquina deseante se materializa en un sistema de sonido que desorganiza el cuerpo y genera nuevos flujos de deseo, más allá del control social. Si sientes el beat, ya eres parte de la máquina.
La infraestructura es nómada: paredes de speakers, camiones cargados de equipo, montajes y desmontajes en media hora. No hay permanencia, solo protocolo. La improvisación es ley. No hay escenario, hay territorio ocupado.
II. El lenguaje como virus, el ritmo como antídoto
El acto de PANKOW_77C no es un concierto, es un rito de pertenencia. Su kick es una máquina de cut-up que destruye el lenguaje de los mentirosos. Como diría Burroughs: «Les daría flores a los policías. En un jarrón. Directo a la cara». La topología sentimental aquí es clara: quien controla el BPM, controla el alma.
[LA NARRATIVA DEL COLAPSO]
El track «13 DEATH BRIGADAS [Old Manners Assault]» es una progresión hacia el éxtasis y la destrucción:
135 BPM: La tensión del despertar. El cuerpo sabe que no hay vuelta atrás.
150 BPM: La brecha cruda. El break-beat demuestra que el caos es la norma.
170 BPM: El trance del dolor. No es un viaje, es aceleración hacia la liberación.
185 BPM: El colapso final. La orden está incrustada en el ritmo. La vida continúa. O no. Ya no importa.
ACERCA DE PANKOW_77C / HYBRID SYNDICATE PRECINCT 13 DEATH BRIGADAS
PANKOW_77C es un colectivo anónimo, sin rostro, sin biografía tradicional. No son una banda, son un fenómeno sonoro global, una red de resistencia que opera en las sombras de la cultura underground. Su música no se promueve, se propaga. No se vende, se experimenta. Su único credencial es el sonido: hardcore como doctrina, no como estilo.
Su filosofía se resume en una frase: «Solo el ruido da vida». No hay entrevistas, no hay mercancía, no hay cultos a la personalidad. Solo hay sonido, movimiento y concrete.
Epílogo: El veredicto del hormigón
No estás aquí para comprar. No estás aquí para adorar el pasado. Estás aquí para procesar tu vida. Cierra la boca. Muévete. El sonido es la única verdad.
«Old Manners Assault» ya está en las plataformas de quienes saben dónde buscarlo. Sigue el protocolo. Únete a la resistencia sonora.
