Rock vikingo para este 2024 con los suecos de Mando Diao

INDIE AM

Lunes 2 de septiembre de 2024

Antonio Mayor Rodríguez/Corresponsal Europa

De la hermana república de los Volvos, Ikea y Zlatan Ibrahimovic llega esta banda originaria de Borlänge, un municipio sueco de apenas 50,000 habitantes. Mando Diao, un quinteto sueco de vikingos desaliñados, ha forjado su sonido a lo largo de los años con una alineación que ha ido evolucionando. Liderados por la carismática voz y guitarra de su frontman Björn Dixgård, la banda ha contado con la sólida base rítmica de Carl-Johan Fogelklou en el bajo, los arreglos atmosféricos de Daniel Haglund en los teclados y la potencia de Patrik Heikinpieti en la batería. Completando la formación, Håkan Sörle aporta un toque único con su desenfreando requinto. A lo largo de su trayectoria, otros talentosos músicos como Gustaf Norén, Fredrik Nilsson y Anton Grahnström han dejado su huella en la banda, enriqueciendo su sonido.

Mando Diao fusiona la energía del indie rock y el garage rock con la melancolía de los años 60, creando una arquitectura sonora única. Sus rolas, a menudo descritas como morbosamente delicadas, reflejan una dualidad intrigante: la calidez de melodías pegadizas contrasta con letras introspectivas y oscuras, quizás influenciadas por los largos y fríos inviernos suecos que han marcado la vida de la banda.

Mando Diao irrumpió en la escena musical sueca en 2002 con su álbum debut, Bring ‘em In, causando un impacto inmediato y posicionándose rápidamente en los primeros lugares de las listas de popularidad. Con su energético sonido y letras cautivadoras, la banda demostró desde el principio un enorme potencial y se convirtió en una de las revelaciones más prometedoras del rock sueco.

El primer sencillo, Sheepdog, arranca a toda velocidad. Sus potentes líneas de bajo suenan como latidos frenéticos que se entrelazan con una guitarra rabiosa que te arrastra a una carrera desenfrenada. La batería, precisa y contundente, marca el ritmo, mientras las vocales, desgarradas y llenas de angustia, te sumergen en un estado de desesperación casi palpable. https://www.youtube.com/watch?v=bFE1QEQJ6o

El siguiente sencillo que se desprendió de este álbum se llama «The Band», un energético himno que le rinde tributo al sonido Motown con un teclado que aúlla desesperadamente durante toda la canción, como si estuviera anunciando una redada en un ghetto sueco. Las estrafalarias vocales de Björn Dixgård suenan como si se quisiera escapar de una camisa de fuerza, mientras el bajo y la batería lo escoltan al pabellón psiquiátrico.

El resto del álbum mantiene la misma energía desenfrenada, con una sucesión de himnos que demuestran que Mando Diao no tiene miedo de poner el rock al máximo volumen. Sin concesiones a las baladas melosas, la banda nos ofrece un sonido crudo y visceral, una declaración de intenciones que reafirma su posición como uno de los grupos de rock más contundentes de la escena sueca. El disco completo lo podemos calificar como un puñetazo en la cara donde Mando Diao nos golpea con una ráfaga de riffs poderosos y baterías incansables, creando una atmósfera de caos controlado que nos sumerge en un combate musical. Un disco para los amantes del rock más histérico y salvaje.

Hurricane Bar representa un paso adelante en la discografía de Mando Diao. Si bien conserva la energía y la actitud rockera de su predecesor, Bring ‘em In, este álbum explora nuevos territorios sonoros. Con una producción más pulida y arreglos más elaborados, Mando Diao nos presenta un sonido más maduro y versátil, que fusiona a la perfección el rock clásico con elementos más melódicos y atmosféricos. Los puentes sonoros, cuidadosamente diseñados, crean una experiencia auditiva rica y envolvente, donde los momentos de intensidad se alternan con pasajes más introspectivos

Con Hurricane Bar, Mando Diao nos demostró que eran una banda capaz de evolucionar sin perder su esencia. Este álbum, con su sonido más maduro y sofisticado, se convirtió en un referente del rock sueco y consolidó la posición de la banda en la escena internacional.

Ode to Ochrasy es el tercer álbum de estudio de la banda, lanzado en 2006. Este disco marca una evolución en su sonido, agregando algunos elementos de soul para darle más colorido al álbum. El álbum presenta una atmósfera más nostálgica y angustiosa en comparación con sus trabajos anteriores. El quinteto vikingo se sumerge en narrativas que abordan temas para los desadaptados, los marginados, los rebeldes y los menos favorecidos. La producción, aunque más rugosa, se siente intencionada, lo que permite que la autenticidad de la banda brille a través de sus melodías. Las rolas más chidas de este disco son:

Killer Kaczynski: Un torbellino de riffs y ritmos implacables da vida a este tema de alto octanaje. Su intensidad y oscuridad crean una atmósfera cargada de tensión, invitando al oyente a sumergirse en un mundo de emociones extremas. La canción hace alusión al matemático y terrorista estadounidense Theodore John Kaczynski, conocido como el Unabomber, quien perpetró 16 ataques, resultando en tres muertes y 23 heridos.

The Wildfire: Una canción que destaca por su emotividad y poderosa instrumentación.

Ámsterdam: Con un ritmo contagioso, esta pista se ha convertido en un favorito entre los fans. En resumen, Ode to Ochrasy es un disco que refleja la evolución de Mando Diao como banda. Con su sonido distintivo y letras introspectivas, este álbum ofrece un ecosistema sonoro variado para menear las greñas a gusto. Su autenticidad y energía lo consolidan como una obra relevante en la discografía de Mando Diao.

Después de consagrarse en el Valhalla musical sueco, los hijos predilectos del malhumorado Odín y de la gélida diosa Frigg continuaron produciendo discos de gran consistencia y calidad.

Esto se evidencia en álbumes destacados como Never Seen the Light of Day (2007), Give Me Fire (2009), MTV Unplugged (2010), Aelita (2014), Good Times (2017), Bang (2019) y Boblikov’s Magical World (2023).

Con la rola «Dance with Somebody», Mando Diao logró un hito en su carrera. Esta canción, se ha convertido en un himno generacional, porque no solo los catapultó a la fama internacional, sino que también creó un vínculo inquebrantable con sus fans. En cada concierto, el estadio se convierte en una manicomio donde los fans menean las greñas y se agitan al ritmo de esta poderosa melodía, demostrando que «Dance with Somebody» es mucho más que una canción: es una experiencia inolvidable.»

Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. A pesar de su consistencia musical a lo largo de los años, Mando Diao lanzó dos álbumes infumables en sueco que fueron criticados por su falta de originalidad y por contener baladas insípidas, lo que ha dejado una mancha en su trayectoria. No obstante, tras estos decepcionantes lanzamientos, la banda logró rectificar su rumbo y regresó al sonido puro y enérgico que los hizo famosos.

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