Laila Farinola comparte ‘Las Preguntas’
📸Karla Logiudice @strelittzzia
La artista de Villa Gesell (pueblo costero de Buenos Aires, Argentina) abre el año presentando un nuevo disco de sensibilidad plena y sonidos luminosos. Canciones íntimas y certeras con el espíritu del mar.
Las cuerdas de la guitarra vibran, resuenan y mueven el aire hasta que ese sonido dulce y puro llega a nosotros creando un espacio seguro. Dentro de ese sonido, de esas canciones, nada malo nos pasará. Y cuando Laila Farinola comienza a cantar es como sentir el sol tibio de la mañana, el arrullo del viento que trae el aroma de los pinos, una voz cálida y natural, tan única como familiar que de todo nos protegerá. La cantautora de Villa Gesell (ciudad a la orilla del mar en la zona costera de Buenos Aires) recibe el año a lo grande, editando este 1.º de enero Las Preguntas, su nuevo trabajo, un registro íntimo y reflexivo que trae en sí toda la luz y magia necesarias para afrontar el 2024.
Luego de dos Lps – La materia sobre el alma (2020) y Tres mitades (2013) -, un Ep – El trazo de los pájaros (2021) -, y varios singles, Laila vuelve a reformularse y presenta un disco habitado solo por su guitarra y su voz, y no pareciera hacer falta nada más. Grabado todo en una jornada y en una sola toma en medio de una gira por C.a.b.a. durante el 2023, Las Preguntas condensa lo mejor de Laila Farinola, ideal para sus seguidores como para quienes estén por descubrirla. Melodías entrañables en la escuela de la canción sensible e intimista, y una gran puerta de entrada a la obra gigante de esta artista geselina.
Meses antes de lanzar su disco en vivo, grabado en un show multitudinario con todo su grupo en el Teatro de la Torre en Pinamar -del cual ya puede verse un adelanto-, Laila comparte este trabajo en solitario donde muestra otra faceta y búsqueda. En Las Preguntas Farinola brilla con temas en primera persona que se sienten como un viaje de autodescubrimiento, donde su voz confiesa, se cuestiona, y descubre sobre sí misma en una exploración delicada ante la que es imposible no conmoverse. Las cuerdas vibran y resuenan, Laila Farinola canta, y todo el año por delante comienza a verse mucho mejor.